ISAPRES : ¿QUE VA A PASAR?

Hace un par de semanas, el Presidente de la Asociación de ISAPRES, Gonzalo Simón, viene advirtiendo que de no haber una solución a la situación financiera, el sistema de salud privado podría irse a la quiebra en el corto plazo.

Por su parte, el Superintendente de Salud Víctor Torres, ha bajado la urgencia impuesta por las ISAPRES, llamándolas a morigerar el tono de sus advertencias. El día de hoy jueves 18 de agosto, se convocó a una mesa de trabajo entre los actores de esta situación.

El escenario se prevé muy complicado. Las administradoras reclaman por un déficit que se arrastra desde el 2021 por 148 mil millones y a la fecha se le agregan 73 mil millones más. Ello, se debería, según Gonzalo Simón, al alza de licencias médicas y a los recursos judiciales de mas de 300 mil cotizantes para revertir el alza de sus planes.

Es decir, las ISAPRES están apostando recaudar más de 200 mil millones por deuda, algo que el Gobierno a la fecha ha sido más que cauto al minuto de responder las pretensiones. Es más, las declaraciones del Superintendente de Salud han llamado al gremio a comprender que el sistema es obsoleto y debe ser modificado.

Se observa que los controladores de las ISAPRES advierten un cambio radical en el sistema que las estaría dejando fuera del negocio de la salud, debiendo reconvertirse en seguros complementarios a las cotizaciones legales vigentes, no existiendo espacio político para pensar en aumentarlas en un periodo de crisis donde Chile está entrando a una recesión técnica por la contracción económica, marcada por la incertidumbre existente pre-plebiscito de salida del proyecto de la nueva Constitución.

Por la misma razón, se concluye que el gremio aspira quedar en la mejor posición para diseñar su proyecto de negocio a cambio de una transición pacífica a un nuevo sistema, del cual poco aún se conoce. Pero analizando las cifras se puede además concluir que el sistema FONASA aún percibiendo obligadamente el 7% de todos los chilenos, no podrá sostener el pago de las prestaciones de los recintos de salud privada, para lo cual el cotizante deberá adquirir un seguro complementario que seguramente será mas alto y con menos coberturas de los planes actualmente vigentes.

Revisada la oferta de una reconocida clínica privada, la cual ya se encuentra en fase de ofertas de planes de seguros complementarios, en proyección del anunciado cambio del sistema de salud, se aprecia que, por una mayor cotización mensual, las prestaciones disminuyen aproximadamente un 30% en cobertura; de por ejemplo, los planes más altos de las ISAPRES que ofertan entre 90 y 100% de cobertura copago. Ello; prácticamente deja de existir en la nueva apuesta.

La salud gratis es impensada en la actual realidad social chilena al menos. Más complicada aún con los cientos de inmigrantes que no cotizan y deben ser atendidos por derecho humano intransable.

Al final del día, la lección aprendida para Chile es la necesidad de la unidad nacional en materias públicas, fuera de discusiones políticas, una sociedad inclusiva donde todos tengamos que poner de nuestra parte, incluidos los profesionales de la salud que a veces pierden su juramento hipocrático y cobran consultas por sobre los 160 mil pesos, clínicas privadas que recargan los presupuestos lo que se traduce en gastos millonarios ante emergencias hospitalarias, donde los que no tienen recursos económicos simplemente se tienen que morir, por los costos de una emergencia catastrófica, arrastrando a familias completas a la insolvencia financiera.

Se equivocan aquellos que creen que un discurso basado en la igualdad social pertenece a la izquierda al centro o a la derecha. La dignidad de todo ser humano debiese ser guía al momento de generar acuerdos que nos lleven a un Chile mas igualitario.